Los dibujos y el color de los suelos hidráulicos dan carácter a una casa. Mucho. Y condiciona terriblemente la decoración de la misma. Escoger un mobiliario de colores puros y homogéneos (negro, blanco, rojo; distintos tonos en madera) y de líneas sencillas (no quería decir rollo ikea, pero ya lo he dicho) suele ser una buena opción ya que no sólo quedan bonitos y te evitan complicaciones sino que además, sin querer, realza el efecto del suelo sobre la casa dándole un poder desapercibido.
Sin embargo, también se puede jugar con este condicionante. Hace tiempo realicé esta mesa . El dibujo está a escala 1:1 y lo pinté con acrílico directamente sobre la superficie del mueble, que mide 1mx1m y era totalmente blanco. Al hacerlo subí el suelo a la mesa, creando una sensación de falsa continuidad muy interesante a la hora del café, por ejemplo. Seguir las líneas con los dedos, colocar las tazas justo en los cuadrados y todos esos pequeños gestos automáticos que hacemos mientras pensamos en otras cosas. Quedarse con mirada ausente en un punto concreto de la perspectiva del suelo.. Creo que se nota que quedé bastante satisfecha con este trabajo. Ciertamente he pasado muy buenos ratos a su alrededor.
Estos muebles se convierten en parte indivisible con la casa. Como si se hubiera (y de hecho así es) contruido específicamente para esa habitación.
Los fabrico rigurosamente por encargo ya que dependen totalmente del mosaico que haya en su hogar y puedo incluso encargarme de conseguir el mueble adecuado. Nunca hay dos iguales y si cambian de casa, siempre pueden representar un recuerdo de la antigua o destacar como pieza en sí, como un cuadro, en cualquier parte.