Cuando era niña mi madre se empeñó en que hiciera una colección de cromos que se llamaba Maestros de la Pintura. Aun sabiendo de que no podría intercambiarlos con ninguno de mis compañeros de colegio comencé a comprar sobrecitos con mi paga de los domingos. Me fascinaban dos cosas: 1. Eran de las primeros cromos que salían en formato pegatina. 2. Las imágenes eran todo lo misteriosas que pueden parecer cuando tienes más o menos 8 años, es decir: mucho. Autores, cuadros, épocas. Recuerdo 3 cuadros que concretamente construyeron mi percepción del Arte en aquel momento:
Esta Virgen de Jean Fouquet (1420- 1481) que pertenece al Díptico de Melun
y que me hizo pensar en que los hombres de aquella época no debían ver muchas mujeres desnudas por que no tenían ni idea de dibujar tetas.
Un autorretrato de Francis Bacon
que me enseñó el horror en el Arte, la deformación de la realidad. Hasta hoy, de hecho, no puedo soportar la obra de Bacon. Sé lo que significa, sé lo que implica y entiendo su importancia, pero supongo que esa primera impresión infantil prevalece sobre el conocimiento adulto y me resulta en extremo desagradable.
Y, por último, este lienzo de Lucio Fontana:
Éste fue el mayor descubrimiento de todos. Recuerdo pasar mucho tiempo mirando la pequeña pegatina azul entre las otras pegatinas. Una imagen azul con 5 lineas verticales negras. Ni siquiera me habían explicado que eran cortes, menos mal, por que imagínense el shock. Recuerdo pensar cómo era posible que esto se considerara bello, que fuera Arte. Pero no dejaba de fascinarme la belleza del azul ni la disposición de las líneas, que ni siquiera eran paralelas.
Así descubrí el Abstracto. Después vi muchas otras cosas. Mis padres tienen una estupenda colección de libros de arte, que ha alimentado tristemente mis aspiraciones artísticas actuales, y aunque gastaba las páginas de monografías sobre Matisse, Cézanne, Modigliani, algunas cosas de Picasso y de Dalí, Monet y Manet, Gauguin, Van Gogh, Degas….siempre volvía a mi memoria este cuadro de Fontana.
Nadie me habló de este artista hasta que no salí de secundaria y estudié Restauración de Bienes Culturales. Ni siquiera en la Escuela de Arte. Mucho, mucho más tarde de haber empezado aquella colección de cromos imposible de completar.
Nuestra educación tiene muchas carencias. El estudio para la compresión del Abstracto es una de ellas. Este género pictórico surge de una evolución lógica y paulatina que desvincula la Pintura de la Realidad. Maurice Denis dijo en 1890: » Un cuadro, antes de ser un caballo, una mujer desnuda o cualquier anécdota, es en esencia una superficie plana de colores dispuesta en un orden determinado», destacando así el lenguaje pictórico sobre su función representativa.
Un cuadro no tiene por qué representar nada («what you see is what you see». Frank Stella) El Color y la Forma configuran un lenguaje genuino que no tiene porqué tener relación con estados de ánimo, acontecimientos históricos o personales o cualquier otra cosa que forme parte de la, en mi opinión, sobrevalorada emotividad del ser humano. El Abstracto, además, está por encima del género y del número.
Mucha gente piensa que necesitas un alto conocimiento artístico para llegar a comprender una obra abstracta en cualquiera de sus formas, Pintura, Escultura, Fotografía etc. Vuelvo a ponerles en la situación de la Rosalía de 8 años, sin conocimiento alguno sobre el tema, fascinada por el cuadro de Fontana. No necesité ningún conocimiento para admirar esta obra, para sentirme cómoda en su presencia.
En la actualidad, el Abstracto se ha quedado para las tiendas de decoración, el diseño gráfico y para entretener a los niños en los museos los domingos por la mañana «haciendo pinturillas». Esto me entristece. Le resta importancia a lo que tantos artistas se esforzaron por construir tanto conceptualmente (Kandinsky, Mondrian, La Bauhaus…) como en su parte más técnica ( vean cómo Ad Reinhard construye sus cuadros negro sobre negro y descúbranlo)
Las grandes masas de color de Rothko…la inteligencia de las formas de Sonia Delaunay, Malevich en toda su trayectoria nos mostraron el camino hacia un lenguaje que ya no es nuevo pero que persiste y en el que aun quedan cosas por explorar.