EL INTRUSO

El intruso_12: Marial Soy

Las casualidades y las coincidencias.

Empecé este proyecto en 2009, el mismo año que MARIAL realizaba el suyo relacionado con suelo hidráulico que ha ganado premios por doquier, con todo el mérito.

Lo descubro ahora, esta semana. Las dos funcionando en la misma ciudad, sobre el mismo tema, en el mismo año, sin saber la existencia la una de la otra.

Lo comparto con ustedes con todo gusto, por que es muy bueno y exhaustivo, por que es otra línea de investigación formal sobre el diseño antiguo de baldosa hidráulica, esta vez, creando una fantástica tipografía.

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Pueden visitar su web haciendo click en la imagen donde, además, podrán ver otras cosas bonitas como en el apartado POR AMOR, que se ha convertido en un favorito por que junta dos cosas que me fascinan por igual: el mensaje contemporáneo y las labores. Bravo y brava.

Marial, encantada de conocerte.

EL INTRUSO, REFLEXIONES ABSTRACTAS

El Intruso_11: Cristina Iglesias en el Reina Sofía.

En Intruso número _11 está dedicado, más que a la obra de Cristina Iglesias, a la experiencia que viví visitando la exposición que tiene actualmente en el Museo Reina Sofía y que se puede visitar hasta el 13 de Mayo.

El MNCARS está lejos de ser mi museo favorito, sin embargo, me alegro de haberlo visitado en la que será mi última visita a Madrid por mucho tiempo.  No sé nada de Cristina Iglesias, ni sus motivos ni su planteamiento artístico. Me encanta enfrentarme así a la obra de un artista. Es como ir en crudo, desnudo, preparado para que las imágenes y obras que veas te impacten directamente sin pasar por otro filtro que tus propias experiencias y referencias personales.

De las fuentes o pozos hipnotizaban deliciosamente, éste que se abría directamente en el suelo me pareció sublime. Por el color, por la increíble reproducción técnica de la vegetación pantanosa, por el sonido del agua.

Las celosías, dispuestas en el espacio formando laberintos. Transformando la luz en sombras imposibles de calcular mediante geometría modular. Me gustan estas obras en las que importa tanto su forma como su proyección en el suelo o las paredes mediante la iluminación. Es como un maravilloso 2×1. Además, su disposición permite que aunque estés haciendo el recorrido con otros visitantes, estos se mantengan totalmente ajenos a tu experiencia, ya que las paredes de la misma obra te protegen de su presencia convirtiendo el espacio en TUYO.

Obras que puedes recorrer en toda su dimensión: gracias, Arte Contemporáneo. Ninguna experiencia artística puede igualarse a estar DENTRO, a formar parte de la misma obra que estas viendo. Es el caso de este pasillo amarillo.

El color, la textura del vidrio y el metal. Un cambio en el sonido general de la sala. La sensación de que en cualquier momento aparecerá un vigilante de la sala y te echará de ahí a patadas por estar donde se supone que no debes estar.

Finalmente, y donde terminé de jugármela como espectadora demasiado participativa, me enfrenté a esta obra. Para hacerlo no puede evitar tumbarme directamente en el suelo y sentir todo el peso de la gigantesca placa que sostenían sobre mí los delgados cables metálicos desde el techo. La sensación fue opresora. Mucho. De tal modo que sólo duré allí debajo cerca de un minuto. El miedo a que se derrumbara sobre mí fue más fuerte que yo. Un miedo enorme. A pesar de saber que nada puede ocurrir, supongo que, para mí, fue como montar en una montaña rusa y lanzarte hacia el temor de ser aplastado. Magnífico.

Para saber más sobre esta artista:

CRISTINA IGLESIAS

EL INTRUSO, REFLEXIONES ABSTRACTAS

El intruso_07: De visita en el MACBA

MACBA: Museu D’art Contemporani de Barcelona.

El Intruso y yo empezamos el año visitando este museo situado en pleno barrio del Raval, Barcelona. La colección que exhibe hasta finales de febrero está compuesta por un par de espacios temporales más otros con obras adquiridas por la institución bajo el título Episodios Críticos (1957-2011).  Sucesos artísticos de los últimos 50 años que ofrecen multitud de visiones ya no tan contemporáneas pero fundamentales para entender el hecho artístico de entonces y de ahora.

Disfrutamos mucho del espacio. Habitación por habitación. Sala por sala. Descubrimos cosas sorprendentes como:

NASRIN TABATABAI Y BABAK AFRASSIABI
EL TRUCO DE LAS DOS PIEDRAS!!

 

Esta obra es de Nasrin Tabatabai y Babak Afrassiabi  y la bautizamos, sin ningún respeto pero con mucha admiración como EL TRUCO DE LAS DOS PIEDRAS. Es por este tipo de cosas que amo el arte contemporáneo. Más, el conceptual. Nadie te impide echarte unas risas dentro de un museo de cosas serias. Con cariño, eh! Simplemente, hay cosas que envejecen mejor que otras.

Estuve bastante tentada de ir por todas las salas haciendo fotografías como hacían el resto de visitantes, sin embargo decidí disfrutar sin más, leer y aprender y utilizar mi cámara sólo para recordar cosas que me impresionaron grandemente como el truco de las dos piedras u otras grandes instalaciones como la incluida en el apartado Trabajo, Poder y Control «If you see something…» (2005) de Krzysztof Wodiczko. En la introducción a la sala se podía leer:

» …muestra una generalización del estado policial después del 11-S, un estado en el que se percibe el espacio público con miedo y la figura del otro como un peligro. Tras cuatro ventanales translúcidos (…) unos personajes intercambian historias personales que ponen de manifiesto distintas formas de explotación. En este escenario no ha sido necesaria ninguna violencia explícita para que sean reconocibles la humillación y la esperanza.»

Krzysztof Wodiczko
Krzysztof Wodiczko
Krzysztof Wodiczko
Krzysztof Wodiczko

La calidad de las proyecciones así como la situación del sonido en la habitación generaban una impresión tremendamente real. Por un momento pensé que de verdad había gente ahí detrás.  Y tuve miedo.

Una sala en la que me divertí mucho fue en la que estaba situada la obra de Helio Oiticica & Neville d’Almeida «CC3-Maileryn. Quasi Cinema. (Block-Experiments in Cosmococa-Program in Progress, 1973). Había que entrar descalzo por que el suelo entero era una bolsa de arena. Estuve jugando un rato con una desconocida y los globitos que había por todas partes como crías aburridas un domingo por la mañana. Solo que por encima de nosotras había unas bonitas imágenes de la cara de Marilyn Monroe adornadas con líneas y montoncitos de supuesta cocaína.

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Para terminar, lo que más nos impresionó tanto al Intruso como a mí fue el apartado dedicado al VII Congreso del International Council of Societies of Industrial Design (ICSID) que se celebró en Ibiza en Octubre de 1971. Estaba instalado en una sala con cabida para proyecciones en las paredes de imágenes en riguroso Super8, monitores en el centro para visualizar cómodamente algunos reportajes y documentación original de la organización del evento donde se pueden encontrar testimonios tan enternecedores como éste:

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Queda de la experiencia unos 5000? m2 edificados, el cascarón del gusanito que se ha marchado, esperando una alternativa de uso ecológico, una serie de experiencias e interpretaciones personales, el valor del trabajo como vehículo de comunicación y la clara consciencia de que el momento histórico en que vivimos reclama la recuperación de la personalidad como elemento distintivo para poder entrar en la metamorfosis de los dioses donde los opuestos se integran en la verdadera unidad de la naturaleza humana a través del AMOR.

UTOPÍA O MUERTE.

Sí, todo era así de hippy. Tan bonito. Tan Jodorowsky por momentos. Por las fotografías, más que un congreso sobre diseño industrial parecía el afterhours de Woodstock.

En general y como conclusión: El MACBA vale los 9 euros de la entrada. De hecho, si eres residente en Barcelona hay un superbono para todo el año que sólo cuesta 12. Hemos disfrutado de la experiencia artística plenamente (no me olvido de las esculturas de Oteiza ni de otras cosas que alargarían demasiado este artículo). Mucho más que en otras instituciones, me atrevo a decir, aunque no mencionaré ninguna.

Me quedo con esta imagen, obtenida de la pieza Emboscadura de Federico Guzmán situada en la planta baja del edificio, al lado de donde se hacían actividades infantiles, por cierto, y donde se podía leer » I will not make any more boring art». Tomando nota.

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